La Crisis Espacio-Tiempo. 
Por 
Fernando Palma | Jul 21, 2020 | Economía

“Lo que mata no es la bala, es la velocidad de la bala”

 

En esta tormenta que es la misma para todos, la realidad es que no todos vamos en el mismo barco, pero debemos entender que esta tormenta lo que pone a prueba es el material del que está hecho tu barco y la brújula que te ayuda a determinar hacia donde lo diriges, por que al final lo que va a hacer la diferencia es la capacidad de comprender la crisis y adaptarse para llegar a buen puerto.

Al parecer ya tenemos un consenso de que el mundo cambió y que no vamos a regresar a la normalidad, la otra pregunta es ¿Cuándo salimos de esta cuarentena?, la respuesta no es sencilla pero matemáticamente cuando nos acerquemos al 50% de la población contagiada y que haya generado inmunidad, si es que el virus no vuelve a mutar o la inmunidad no dura por lo menos 1 año, la otra opción es cuando estemos vacunados y para eso falta mucho.

¿Qué cambio?, ¿Qué puedo hacer?
La respuesta está en analizar la crisis en 2 puntos de análisis, el espacio y el tiempo.

Hemos jugado al trapecista sin una red de seguridad y cada vez volábamos más alto, pero la crisis nos alcanzó y ahora entendemos que debimos por lo menos mantener un 20 % de esa capacidad productiva o económica (ahorro) en un sistema Just In Case.

La Crisis Espacio.

            La crisis de espacio es fácil de entender, simplemente es un riesgo de infección, compartir el espacio con alguien que “puede” estar contagiado, por eso el espacio público es un espacio de riesgo.

            Jane Jacobs, en el libro “Muerte y Vida de las Grandes Ciudades Americanas”, habla sobre cómo la sociedad diseñó las ciudades o el espacio en 3 partes o grupos.

            El primero es el espacio de resguardo, este es el espacio donde básicamente nos agrupamos familiarmente, nuestras cuevas, nuestro punto de reunión tribal básico, aquí es donde dormimos, resguardamos nuestras pertenencias y nos preparamos para salir y llevar a cabo nuestras actividades, dada esta nueva era, estos espacios han sido diseñados cada vez más pequeños porque es donde hemos al final del día destinado el menor tiempo activo, creamos espacios dormitorios.

            El segundo es el espacio laboral, es el área de producción, donde se generan los medios de sustento, estos lugares ya sean oficinas, comercios o servicios es donde hemos creado la mayor cantidad de espacio posible, a mayor espacio por lo regular, pues más negocio o más ingreso, aquí es donde utilizamos la mayor cantidad de tiempo activo.

       El tercero es el espacio recreativo comercial, dado que el espacio de resguardo es cada vez más reducido. Es necesario poder tener áreas recreativas de sociabilización, donde se complementa la mayor parte de las transacciones comerciales, ahora en el papel de consumidor.

     De los 3 espacios hoy, solo uno de ellos es seguro: #QuedateEnCasa. Bueno, tan seguro como lo podamos mantener; digamos mejor el espacio controlable. 

     Tenemos que resguardarnos, trabajar, aprender y consumir, socializar y entretenerse en casa, el lugar que, por diseño espacial, socioeconómico, es el más precario de todos en cuestión de espacio, infraestructura, pero el más privado e íntimo de todos.

        El espacio del que queremos escapar, el que refleja nuestra realidad se ha convertido en el escenario de nuestras clases en línea, de nuestras juntas de trabajo, de nuestras reuniones sociales, hemos quedado desnudos ante el mundo, tenemos que mostrar donde vivimos y con eso queda al descubierto el cómo vivimos. 

 También se genera un incremento en las cuentas de agua, luz, teléfono, internet, alimentos, entretenimiento en casa, etc., porque se está transfiriendo el costo variable de funcionamiento de los centros de producción y entretenimiento a la casa.

    Existen también ahorros al eliminar el costo de traslado, estacionamientos y los riesgos que estos conllevan, en fin, bien llevado la cuarentena, al eliminar las reuniones sociales, también se deben de generar ahorros.

      En el mundo COVID-19 el valor de los espacios públicos es bajo y los espacios privados, mientras más privados y sin contacto con extraños se tenga, son hoy un mega premium, un verdadero privilegio.